En seguridad informática, el fingerprint, o huella digital, se refiere a la técnica de recopilar información sobre sistemas y redes para identificar las versiones de software, sistemas operativos, y configuraciones mediante el análisis de sus respuestas a consultas específicas. Esta técnica es utilizada tanto por administradores de sistemas para fines de seguridad como por atacantes para identificar posibles vulnerabilidades.
Se pueden enviar varios tipos de solicitudes o paquetes a un sistema y analizar las respuestas para determinar detalles específicos sobre el software o hardware en uso.
Limitando la información que los sistemas y aplicaciones revelan en sus respuestas, utilizando herramientas de seguridad que ofuscan o generalizan estas respuestas, y manteniendo los sistemas actualizados y seguros contra vulnerabilidades conocidas.
Depende del contexto y la jurisdicción. En contextos de seguridad y auditoría interna, es una práctica común. Sin embargo, su uso sin permiso en sistemas externos puede violar leyes o políticas de privacidad.