Internet de las Cosas describe la red de objetos físicos ("cosas") que están incrustados con sensores, software y otras tecnologías con el propósito de conectar y intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas a través de Internet.
Incluyen dispositivos domésticos inteligentes como termostatos y cámaras de seguridad, wearables como relojes inteligentes, y sistemas industriales avanzados.
La expansión de IoT introduce numerosos desafíos de seguridad, incluida la vulnerabilidad a ataques, la gestión de la privacidad de los datos recopilados y la necesidad de asegurar una multitud de dispositivos a menudo con capacidades de seguridad limitadas.
Implementando prácticas de seguridad sólidas, como el uso de autenticación y cifrado fuertes, actualizaciones de firmware regulares y la segmentación de la red para limitar el acceso a dispositivos IoT.