La suplantación de identidad, o "identity theft", ocurre cuando alguien roba información personal de otra persona, como su nombre, número de seguro social, o datos bancarios, con el fin de cometer fraude o robo. En el contexto digital, esto a menudo implica el uso no autorizado de credenciales de acceso para infiltrarse en sistemas o realizar transacciones financieras fraudulentas.
Vigila tus cuentas financieras regularmente, usa contraseñas fuertes y distintas para cada servicio, activa la autenticación de dos factores donde sea posible, y sé cauteloso al compartir información personal en línea.
Informa inmediatamente a las instituciones financieras y las agencias de crédito, cambia todas tus contraseñas, y considera la posibilidad de congelar tu crédito para prevenir más daños.
A través de phishing, malware, brechas de seguridad, robo de correspondencia, o buscando información personal publicada en redes sociales y otros sitios web.