Un backdoor en el contexto de la seguridad informática es un método de bypass que permite el acceso no autorizado a un sistema o red, evitando los mecanismos normales de autenticación. A menudo es instalado por el software malicioso o por un atacante que ha obtenido acceso previo al sistema.
Manteniendo el software actualizado, utilizando soluciones de seguridad robustas, restringiendo el acceso al sistema a usuarios autorizados y realizando auditorías de seguridad periódicas.
Aunque comúnmente se asocian con software malicioso, los desarrolladores a veces crean backdoors intencionalmente para diagnóstico o acceso de emergencia, aunque esto presenta riesgos de seguridad significativos.
Puede ser detectado mediante el análisis del tráfico de red para identificar actividades inusuales, revisión de los archivos del sistema en busca de modificaciones desconocidas, y el uso de software de detección de malware.