En ciberseguridad, un Equipo Azul se refiere al grupo de seguridad interna que defiende una organización contra ambas amenazas reales y simuladas. Su objetivo es identificar brechas de seguridad, implementar medidas defensivas y responder a incidentes para proteger los activos de la organización.
Monitorea la red en busca de actividades sospechosas, realiza auditorías de seguridad, aplica parches a vulnerabilidades, configura firewalls y sistemas de detección de intrusiones, y desarrolla planes de respuesta ante incidentes.
Mientras que el Equipo Azul se enfoca en la defensa y la protección de los sistemas, el Equipo Rojo adopta una perspectiva ofensiva, simulando ataques para identificar vulnerabilidades.
Proporciona una defensa proactiva contra ataques cibernéticos, reduciendo el riesgo de brechas de seguridad y asegurando la continuidad del negocio.