La infraestructura crítica se refiere a los sistemas y activos físicos y digitales esenciales para el funcionamiento de una sociedad y economía, como el suministro de agua y energía, las telecomunicaciones, el transporte, los servicios financieros y la atención médica.
Porque su interrupción, destrucción o mal funcionamiento puede tener un impacto significativo en la seguridad nacional, la economía, la salud pública y la seguridad.
Mediante una combinación de medidas de seguridad físicas y cibernéticas, incluyendo vigilancia, control de acceso, cifrado, y la implementación de sistemas de detección y respuesta a incidentes.
La creciente sofisticación de las amenazas cibernéticas, la interdependencia de los sistemas y la necesidad de cooperación entre el sector público y privado.
