El control de acceso es un mecanismo de seguridad que regula quién o qué puede ver o usar recursos en un sistema informático. Está diseñado para minimizar el riesgo de acceso no autorizado a sistemas, aplicaciones y datos, basándose en políticas que requieren la verificación de la identidad antes de conceder el acceso.
Incluyen control de acceso basado en roles (RBAC), control de acceso discrecional (DAC), control de acceso mandatorio (MAC), y control de acceso basado en atributos (ABAC).
Mediante la definición de políticas de seguridad, la asignación de roles y permisos específicos a usuarios y dispositivos, y el uso de tecnologías como la autenticación multifactor y la gestión de identidades y accesos (IAM).
Es crucial para proteger la información confidencial de accesos no autorizados, asegurando que solo los usuarios autorizados puedan acceder a recursos específicos y realizar acciones permitidas.