La inundación IP es un tipo de ataque de denegación de servicio en el que el atacante envía una cantidad masiva de paquetes IP a un objetivo específico con el fin de agotar los recursos del sistema o la capacidad de la red, impidiendo así el acceso a servicios legítimos.
Su efectividad radica en su capacidad para generar un volumen de tráfico que sobrepase la capacidad de procesamiento del objetivo o la infraestructura de red, causando retrasos significativos o un colapso total.
Implementando filtros de tráfico para identificar y bloquear el tráfico malicioso, utilizando servicios de mitigación de DDoS, y configurando adecuadamente los dispositivos de red para manejar aumentos inesperados de tráfico.
Puede resultar en la interrupción de servicios críticos, pérdida de ingresos para las empresas afectadas, y potencialmente dañar la reputación de las organizaciones incapaces de defenderse contra el ataque.