JSON Injection es una vulnerabilidad de seguridad que ocurre cuando un atacante puede insertar o manipular datos en una estructura JSON, lo que potencialmente permite ataques como la inyección de código, XSS (Cross-Site Scripting), y otros vectores de ataque basados en la manipulación de datos estructurados.
Validar y sanear todos los datos de entrada, especialmente aquellos que se incorporan en estructuras JSON, y utilizar mecanismos de codificación adecuados pueden ayudar a mitigar este riesgo.
Dependiendo del contexto, puede comprometer la seguridad de la aplicación, permitiendo ataques de robo de sesión, manipulación de contenido web, o ejecución de código no autorizado.
Aunque es más común en aplicaciones web debido al uso extensivo de JSON para el intercambio de datos, cualquier aplicación que procese JSON de fuentes no confiables es potencialmente vulnerable.