Una lista negra, en contraposición a una lista blanca, es un método de control de seguridad que bloquea el acceso o la ejecución de aplicaciones, direcciones IP, correos electrónicos o usuarios específicamente identificados como maliciosos o no deseados, permitiendo todo lo demás por defecto.
Para prevenir el acceso de malware conocido, spam y tráfico de red no deseado, protegiendo así los sistemas y redes de posibles amenazas.
Las listas negras se actualizan regularmente a través de actualizaciones de software de seguridad, que incluyen las últimas definiciones de virus, firmas de malware y direcciones IP sospechosas.
Los atacantes constantemente desarrollan nuevas amenazas, por lo que una lista negra puede no ser efectiva contra ataques zero-day. Además, puede requerir considerable mantenimiento para mantenerse actualizada.