La inyección de paquetes implica la creación y envío de paquetes de red que parecen formar parte del tráfico normal, pero están diseñados para interrumpir, redirigir o interceptar las comunicaciones en una red sin el consentimiento o conocimiento de los usuarios.
Puede utilizarse para probar la seguridad de la red mediante la simulación de ataques, así como por atacantes para llevar a cabo actividades maliciosas.
La inyección maliciosa puede causar denegaciones de servicio, interceptación de datos, y comprometer la seguridad de la red.
Además de los sistemas de detección de intrusos y el cifrado, implementar una segmentación adecuada de la red puede limitar el alcance de cualquier inyección maliciosa de paquetes. Mantener los sistemas actualizados para protegerse contra vulnerabilidades conocidas que podrían ser explotadas mediante la inyección de paquetes también es crucial.