El análisis de tráfico es el proceso de interceptar y examinar mensajes para deducir información a partir de patrones de comunicación. Puede utilizarse en el contexto de la seguridad de la red para detectar actividades sospechosas o maliciosas sin necesariamente descifrar los mensajes.
Puede revelar el origen y destino de las comunicaciones, frecuencia, volumen, protocolos utilizados, y a veces incluso la naturaleza de los datos transmitidos.
Permite la detección de anomalías que podrían indicar malware, ataques de red, o exfiltración de datos, entre otros.
Depende del uso. En contextos de seguridad cibernética, se realiza para proteger la red y los datos. Sin embargo, debe realizarse de acuerdo con las leyes y regulaciones de privacidad aplicables.